VIRNA
Y ERNESTO / CINE
REFLEXIÓN
SOBRE LOS RITMOS DE MONTAJE
por
Ernesto Ardito
Según
las demandas expresivas del realizador podemos encontrar variaciones en
el ritmo de montaje.
Actualmente, las nuevas generaciones, poseen una cultura audiovisual asimilada
desde sus primeros años de vida y madurada junto a su conciencia
por el alto consumo de este lenguaje durante su crecimiento. Así
que para obtener mayores resultados en la asimilación del mensaje;
es necesario tener en cuenta su atención real puesta frente a la
pantalla, y para lograr este objetivo, el elemento del ritmo es fundamental.
Velocidad, vértigo y asimilación por fragmentos es una clave
de expresión para los jóvenes. En cambio, la generación
adulta, formada por la lectura y el dialogo, requiere de tiempos mas lentos
para el procesamiento de mensajes. Frente a un mismo producto audiovisual,
cuando los jóvenes reconocen en él repetición de
conceptos y exceso de duración, los adultos, no.
El ritmo narrativo como la duración de un film documental debe
ser una clave de gran importancia en el diseño general del montaje,
dado que un muy buen film puede decaer por exceso en escenas que escapan
a una estructura sólida y compacta o en planos y secuencias en
donde no avanza narrativamente desde el análisis temático
y el valor dramático. Una vez que el espectador se aburre y escapa
a la magia del film, es muy difícil que podamos recuperarlo dentro
de la proyección.
A veces es necesario renunciar a escenas de las cuales estamos enamorados,
pero que escapan a un avance concreto, o renunciar a ciertos conceptos,
para fortalecer la asimilación de otros, en un tiempo determinado.
Según las pruebas que hemos hecho sobre la atención de los
adolescentes frente a un film documental, vimos como tienen su máxima
atención en la primera media hora, según las habilidades
argumentativas del realizador, se expande a una hora; pero luego por mas
que la temática y las formas sean interesantes, va perdiendo su
atención. Podemos llegar a hora y media entonces tomando como referencia
que después de la hora realizaremos dentro de la estructura narrativa
un punto de giro fuerte que captará nuevamente la atención
hacia el clímax y luego el desenlace. Debo aclarar que frente a
un film de ficción, esto es absolutamente diferente.
El tiempo del cine no tiene que ver con el tiempo real, es un tiempo construido,
propio de la magia de la historia. Entonces podemos jugar con él
según nuestras necesidades. Por ejemplo hay situaciones reales
violentas, como un accidente o una represión, que son fugaces y
sumamente cortas; pero que pueden ser absorbidas por otra lógica
temporal en función de trabajar las diferentes variables emocionales
de los protagonistas, los diferentes puntos de vista, o los elementos
narrativos que quisiéramos agregar para potenciar la idea, la acción,
la emoción, etc.
La secuencia de la escalera de Odessa en El Acorazado Potemkim es una
secuencia falsa llena de planos verdaderos. Una masacre así no
pudo durar casi diez minutos en la realidad. Para mostrar didácticamente
a los espectadores la terrible secuencia, el director debió ralentizar,
retener, recrearse, engañar, con el fin de testimoniar eficazmente
lo que significa la violencia del poder armado contra ciudadanos desarmados.
Por
Ernesto Ardito - 2008.
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