VIRNA
Y ERNESTO / CINE
PITCHING
Y COMMISIONING EDITORS, SEGUN PETER WATKINS.
por
Ernesto Ardito
Peter Watkins es un director de
cine ingles nacido en 1935. Es considerado el padre del “falso documental”.
Uno de los exponentes de la vanguardia de los 60’ más desconocidos
y olvidados, por la radicalidad de su discurso, tanto a nivel estético
como político.
En el año 1965 la BBC le encarga la realización de un film
sobre la guerra. Y Watkins, con la estructura de un falso documental,
simula un ataque nuclear soviético sobre Inglaterra. La crudeza
de las imágenes, la verosimilitud lograda y la frontalidad del
contenido produce que la cadena, presionada por el gobierno británico
no emita el film, censurándolo. The War Game ganó el Oscar
al mejor documental al año siguiente. La BBC lo emitió recién
en 1985. Watkins no consigue mas trabajo en Inglaterra. Se dirige a Estados
Unidos, pero sin dejarse obnubilar por el Oscar ganado y el mercado del
cine, realiza Punishment Park, en donde expone la violencia policial y
el terrorismo de Estado en ese país. El film es directamente prohibido
luego de su primera proyección en un festival de New York. Otra
vez el cineasta debe emigrar, radicándose finalmente en Francia.
Como otras obras destacadas se encuentran La Commune (2001) Sobre la comuna
de Paris de 1871 y Culloden (1964) sobre la batalla homónima, inspirado
en la guerra de Vietnam.
En el mundo ambiguo de la post posmodernidad, en donde gran parte de la
producción documental se encuentra controlada por el interés
económico -político de las empresas de comunicación,
y en donde muchos cineastas naturalizaron la autocensura, Peter Watkins
es admirable por ser sus antípodas. No es casual que casi nadie
lo conozca.
Pero precisamente, en cuanto al rol de los ”mass media”, Watkins
realizó un profundo trabajo de investigación y análisis
sobre la crisis mediática. Aquí, expondremos un fragmento
centrado en dos aspectos sumamente importantes dentro de la “industria”
del cine documental: Los Pitchings (instancia por la que muchos documentalistas
del primer mundo buscan dinero, y el tercer mundo quiere imitar), y los
Commisioning Editors ( los compradores de documentales de las TVs privadas
y públicas).
Como contexto, tengamos en cuenta que en muchos países “mas
desarrollados” no existen sólidos subsidios del Estado para
el cine documental como aquí en Argentina, y los cineastas están
sujetos a las leyes de mercado.
Espero que inspire un fructífero debate. A favor o en contra. Situación
privilegiada, que no le permitieron a muchos de los films de Watkins.
PITCHING
AND COMMISSIONING EDITORS.
Por Peter Watkins - fragmento del libro Media Crisis.
La TV suministra la mayor parte de la financiación de películas
documentales. En este marco, la crisis que enfrenta la mayoría
de los directores de cine documental de hoy es esencialmente la siguiente:
en vez de uno buscar fondos para una película a través de
conversaciones directas con ejecutivos de la televisión, en un
ordinario cara a cara, ahora uno espera el “pitch”.
El proceso implica lo siguiente: si una de las propuestas de films es
aceptada, luego de un proceso de preselección sumamente competitivo,
uno asiste a un festival de cine o de televisión (a menudo denominado
como un’ mercado ‘o’ foro ‘), y se alinea junto
a otros directores de cine, para dar un paso adelante, uno a la vez, en
un auditorio abarrotado, ante un panel de compradores de TV llamados Commissioning
Editors. Estos evaluadores /compradores están armados con pizarrones
y cronómetros, y ante ellos se presenta cada uno de los proyectos
en cinco minutos. Sí, a cada uno de los proyectos se le da solo
5 minutos para presentarse y en este tiempo el director explica de que
se trata el film, como lo narrara o que estética utilizará..
Una campana suena cuando pasan estos cinco minutos y uno deja de explicar
su proyecto. El timbre suena otra vez: cinco minutos mas – esta
vez para las preguntas de los compradores sobre la ponencia del proyecto
que uno hizo. Una vez mas la campana, fin de la exposición, uno
se retira. El cineasta siguiente da un paso adelante y todo así
continua.
Muchos festivales de cine documental promocionan ahora estos eventos degradantes,
como su espectáculo principal (y la oportunidad de comercialización).
El público – o por lo menos otros profesionales – gente
del lugar, observan como el rostro sudoroso del director de cine se proyecta
en una pantalla digital de gran tamaño. El artista es humillado,
por su necesidad de dinero para poder filmar.
El Pitching se ha convertido en un deporte, en un espectáculo obsceno,
una mezcla entre un circo romano y un juicio en la época de las
purgas estalinistas. Sólo hay que ver las imágenes de los
suplicantes cineastas, con sus rostros desfigurados, como sintiéndose
sumamente enfermos; con sus brillantes rostros yuxtapuestos a los del
todopoderoso panel de Commissioning Editors.
El año pasado, un alarmante Artículo de un popular periódico
canadiense ofrecía una descripción detallada de una sesión
de pitcheo en el Festival de Televisión de BANFF, en Canadá
(en este festival es en donde se originó la idea del “pitching”).
El punto culminante de este período de sesiones era un “super-pitch”,
en la que 3 directores de documentales competían por 50.000 dólares,
que serian utilizados en el desarrollo de sus proyectos. A cada autor
se le dió tres minutos para hacer su pitch. ( Intente usted, describir
en serio una película – su contenido, significado, estilo,
etc – en este tiempo). Uno de los proyectos era sobre la universalidad
del humor y, en su exposición, el director dijo, en una broma típica
de Oriente Medio, la palabra pedo … Supongo que el lector puede
adivinar que proyecto votaron los Commissioning Editors.
¿Qué y quienes son exactamente, estos Commissioning Editors?
Son un grupo muy selecto de ejecutivos que trabajan para la mayor parte
de los canales de TV de hoy, y que no solo controlan lo que compra y transmite
el canal, sino que también seleccionan proyectos para financiar
su desarrollo y producción.
Estos ambiciosos, poderosos, y a menudo despiadados ejecutivos, han avanzado
– a través de y debido a la crisis de los medios de comunicación
– a su actual posición de tener un control casi total sobre
todo lo que el público ve en la televisión. Esta pequeña
concentración de ejecutivos (generalmente 2-6 por canal de televisión)
hace que tengan el poder centralizado en casi todo lo que financia la
televisión (programas de entretenimiento, series de ficción
y documentales). Ellos controlan cómo están estructurados
los programas, su contenido y estilo – y con frecuencia el corte
final que es emitido. Trabajando muchas veces para esto ultimo, con los
igualmente poderosos Program Controllers.
Ningún ciudadano ha elegido en un democrático proceso cívico
a estos ejecutivos de televisión. No conocen sus nombres, ni comprenden
su función.
Sin embargo, estos ejecutivos son directamente responsables de una disminución
de la calidad de la televisión que no tiene precedentes desde la
aparición del medio en la década de 1940. Ellos –
y las sesiones de pitching que ahora ordenan – son responsables
de una descarada estandarización de forma y estilo, de una corrupción
de los valores éticos, y una destrucción desenfrenada del
medio ambiente creativo.
La cultura del “pitching” que estas personas promueve –
el culto al mas ingenioso, más fuerte, más rápido,
más vulgar, sensacionalista, pre-envasado, comercial; el culto
a los elementos más estúpidos, en definitiva – está
poniendo como empleados asalariados a su servicio, a los pocos que quedan
viables de la televisión, y en el marco de este proceso, al movimiento
de cine documental.
El Pitching, controla todo vestigio de apoyo de la TV al cine documental
en todo el mundo. Y el rol que juegan aquí los Commissioning Editors
es crucial y catastrófico.
Intro y Traducción: Ernesto Ardito.
Ensayo completo en Ingles en: http://pwatkins.mnsi.net
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