VIRNA
Y ERNESTO / CINE
LAS RECONSTRUCCIONES
por
Ernesto Ardito
En las reconstrucciones del pasado,
se expone gráfica y didácticamente un hecho o situación
de trascendencia histórica para el tema abordado. Pero así,
vemos el qué y no el cómo, ni el indicio de un porque más
complejo o subjetivo. Es necesario explorar y zambullirse sin temor en
el universo psicológico de los personajes o protagonistas partícipes
de la situación, para comprender sus motivaciones. En este sentido
el tratamiento cinematográfico debe generar el campo de exploración
necesario para viajar hacia este universo interno.
Las actuaciones literales y la puesta en escena explícita sobre
un hecho, en el marco de un documental, generan una ruptura, despegan
al espectador de una asimilación activa, otorgándole una
función pasiva en su modo de relacionarse con el film. Ya que sólo
debe contemplar una exposición superficial sobre una escena del
pasado, según fuese un televidente frente a un televisor que capta
noticias históricas.
En cambio, el planteo desde lo visualmente implícito en la reconstrucción,
lo envuelve un una atmósfera de misterio, incertidumbre, suspenso
en donde lo dicho y lo no dicho construyen en igualdad.
Durante el rodaje de CDF, un dirigente del sindicalismo clasista me confiesa
que lo político tiene mas que ver, desde su perspectiva, con lo
psicológico, que como reacción lógica y matemática
a lo que realmente sucede. Entonces cual seria una de mis posiciones realizativas
más interesantes para abordarlo, sino esta? Los personajes históricos
suelen correr con la misma suerte pero no los tenemos junto a nosotros
para llegar a su médula de motivaciones. Desde la investigación
buscaremos las herramientas para acercarnos lo más posible, pero
siempre teniendo en claro ese norte y nunca quedarnos en el facilismo
de la reconstrucción ajena y descriptiva de los hechos.
Sin tener material filmado se puede reconstruir desde el montaje, con
secuencias que inspeccionan en este campo subjetivo e interno del protagonista
y no en lo externo cuál un manual escolar de historia.
Así desde la utilización de imágenes conceptuales,
con un montaje del mismo tono, podemos, desde lecturas de textos en off,
ya sean confesiones, cartas, documentos, etc.; explorar hacia el núcleo
ideológico o sensorial de nuestro personaje. Los símbolos
montados, arrojan el concepto mediante la plataforma del audio, que puede
ser de una primera persona verbal, o un testigo que habla sobre nuestro
protagonista en esa situación. O todo esto sumado a lo que le sucede
al grupo de personajes que integran la escena.
Como ejemplo. Teníamos un conflicto en el armado de Corazón
de Fábrica, y es que muchas escenas fuertes que provocaron un punto
de giro en los protagonistas, eran parte del pasado. Cómo lo abordamos?
Desde las reconstrucciones conceptuales. Es decir, Carlitos narra que
cuando ingresó a la fábrica Zanón lo hizo junto a
un chico joven y humilde de apellido Ramirez, que conoció en el
examen médico de ingreso. A los tres meses, dadas las condiciones
de superproducción a los que los sometía la empresa, debía
manejar tan rápido el autoelevador, que vuelca y queda aplastado
debajo. Carlitos escucha los gritos, corre y se encuentra con su amigo
sin vida. Esta escena era una síntesis para ejemplificar la situación
en la que se encontraban. Ideal para una escena de ficción. Pero
como hicimos desde lo documental: A partir de este relato en off de Carlitos,
filmamos los autoelevadores un anoche de lluvia, solos en un playón,
masterizamos con sonidos alteradores. Y luego unos nylons solos y abandonados,
sacudidos violentamente por el viento, el silencio. Continúa este
sonido con un tiempo para la reflexión. Cierra con la foto de un
sacerdote bendiciendo la fábrica en la inauguración de un
sector nuevo y otra foto del patrón llendose en helicóptero.
Sobre las mismas Carlitos sentencia- Vos trabajas en Zanón, ahora
le perteneces a Zanón…Acá adentro era un mundo de
silencio.
Con este ejemplo vemos que con una economía de recursos visuales
pero potenciados expresivamente en el montaje podemos encontrarnos con
un concepto mas profundo que el de la mera reconstrucción. Imaginemos,
como ejercicio de contraparte, si esto lo hubiéramos reconstruido
literalmente con actores.
Para desarrollar este tipo de escenas en el rodaje, las cuáles
presentan un gran impacto para la historia general o de algún personaje;
es necesario ya reconocerlas en la investigación y pautarlas para
el rodaje como “reconstrucción conceptual”. Para así,
filmar objetos, espacios vacíos, elementos simbólicos, acciones
humanas, etc.; con los cuáles se narrará una situación
pasada. El montaje será el momento en donde nuestra apuesta realizativa
cobrará sentido dramático e ideológico.
Lo mismo utilizamos cuando en el film Raymundo, Juana Sapire, tras la
desaparición de su esposo, estaba escondida en su casa y le informan
que los parapoliciales están enfrente aguardándola para
secuestrarla. Ella espera el cambio de guardia y escapa al amanecer con
su hijo.
Con este testimonio marco en off, generamos la atmósfera primero
con el soporte, filmamos en Super 8 blanco y negro para ingresar al imaginario
de los 70, luego fuimos resolviendo con planos detalle de una ventana,
la subjetiva espiando los autos de los parapoliciales, la subjetiva desplazándose
por la vereda, etc.
Desde la cámara subjetiva podemos ver lo que ve el personaje y
lo que está viviendo sin necesidad de verlo a él y por ende
a un actor.
Generar la atmósfera, inclusive incorporar elementos visuales que
no son narrativos pero si sensitivos, es fundamental para este tipo de
escenas que conjugan el rol de la cámara que reconstruye desde
los fragmentos, desde los detalles claros o confusos, definidos o difusos,
humanos o sin vida, animados o inanimados. Desde lo que se ve realmente
en una situación traumática. Es decir, lo que se imprime
en la psiquis del personaje.
Por Ernesto Ardito, Julio de 2008.
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